GEOMORFOLOGIA EOLICA
Los
procesos eólicos son reforzados y hasta provocados por las acciones
antrópicas. En áreas vulnerables a la desertificación, la acción de la
actividad eólica causa severos efectos en el uso del suelo y en la capacidad
de rendimiento de una región.
El trabajo
erosivo del viento se acentúa en aquellas áreas que han perdido su cubierta
vegetal. La vegetación cumple varias funciones que disminuyen o impiden los
efectos erosivos del viento:
En varios lugares, el transporte de material fino
no tiene efectos significativos. Lo que si es realmente importante, es el
depósito de dicho material. Primero ocurren fuertes tormentas de polvo. Las
calles, casas y campos quedan cubiertas por una capa de sedimento. Detrás de
cada arbusto se forman montículos de arena, y a sotavento de la planta, no se
desarrollan acumulaciones. El arbusto crece con el montículo que lo va
asfixiando con el tiempo, hasta que la planta muere. En casi cada uno de los
obstáculos se desarrollan nebjas pequeñas, dunas que afectan considerablemente
la capacidad de rendimiento del suelo.
Reconocer
oportunamente tales procesos es importante, ya que se puede identificar a
tiempo las causas que los originan. La sustentabilidad ecológica y el
beneficio económico son, sin embargo, dos factores que concurren. Por lo
tanto, se deben tomar en cuenta en las acciones necesarias para combatir las
causas identificadas.
La erosión
eólica es el desgaste de las rocas o la remoción del suelo debido a la acción del viento. El viento es un agente de modelado del relieve que puede
acarrear grandes cantidades de polvo a través del mundo, pero los granos de
arena solo pueden ser transportados a distancias relativamente cortas. El cuarzo es el mineral más abundante en las partículas de
arena; normalmente es resistente a la meteorización química, a la disolución y a la abrasión, es decir, que la erosión eólica
es referente al viento con la arenilla que se encuentra en la tierra.1 La arena se encuentra distribuida por toda la superficie
terrestre, pero particularmente en los desiertos, las costas, estuarios de ríos y espacios que han
registrado glaciaciones. Parece que el agua pudo haber sido el agente original que ocasionó la
concentración de las potentes masas de arena de los desiertos, el viento sería
el agente de redistribución y la génesis de un amplio muestrario de formas
sedimentarias. Muchos de los grandes depósitos, especialmente los llamados mares de arena o ergs, parecan ser el resultado de una
importante actividad fluvial durante el Cuaternario.
El transporte de sedimentos por el viento
El viento
desplaza las partículas sueltas, básicamente, según los mismos mecanismos que
las escorrentías hídricas, en función del tamaño
del grano y de la velocidad del fluido. Los granos de arena viajan a favor del viento,
permaneciendo cerca de la superficie, separándose gradualmente de las
partículas más gruesas que pesan demasiado para que el viento las desplace
lejos. De este modo se origina una masa característica de sedimentos conocida
como arena eólica o arena de duna, cuyas partículas tienen un diámetro entre 0,1 y 1 mm, compuesta en
su mayor parte por cuarzo, por ser el mineral cuya dureza y resistencia química
lo convierten en el más duradero de los materiales que contienen las rocas. Los
granos de cuarzo transportados por el viento ofrecen formas redondeadas y sus
superficies están cubiertas de microscópicas fracturas por el impacto de unos
granos contra otros. Las partículas más gruesas son transportadas por rodadura,
reptación y deslizamiento sobre la superficie; los granos de
arena son capaces de viajar por saltación elevándose hasta alturas de 2 ó
3 metros en algunos casos. Las partículas finas (limos y arcillas) pueden
desplazarse en suspensión y ser elevadas a grandes alturas por las corrientes
ascendentes, tan frecuentes en las regiones cálidas.
Saltación
y suspensión son los mecanismos más importantes del transporte eólico. Las
partículas realizan saltos a favor del viento; tras el impacto con granos en la
superficie, pueden rebotar de nuevo y elevarse. De este modo, el viento
transfiere energía cinética al grano, el cual, al chocar con la superficie de
arena, disloca otras partículas y puede proyectarlas al aire. Las partículas de
limo y arcilla pueden permanecer en suspensión con viento turbulento, e incluso
casi indefinidamente para los granos muy pequeños. Las grandes tormentas de
arena elevan partículas hasta 250 metros de altura y avanzan con velocidades
que pueden llegar a alcanzar los 200 m/s. Se ha estimado que entre 500 y 1.000
millones de toneladas de polvo son transportadas desde todas las fuentes cada
año. Algunas de las más potentes tormentas de polvo del Sahara, alcanzan a los
países meridionales de Europa e incluso llegan a las costas orientales de
América del Sur, cruzando el océano Atlántico.
GEOFORMAS DE LA SEDIMENTACION EOLICA
Los
rasgos morfológicos determinados por los depósitos de arena eólica son
fácilmente reconocibles sobre fotografías aéreas y otras imágenes de las zonas
áridas. También puede reconocerse depósitos eólicos en ambientes no desérticos,
superimpuestos a otras geoformas como material suelto retrabajado de origen no eólico.
Tales geoformas superpuestas pueden reconocerse
sobre diferentes imágenes por su contraste en tonos, modelado o apariencia
alargada.
Los
paisajes eólicos mas frecuentes son: Dunas o médanos,.
Mantos de loess y cenizas volcánicas, mantos de
arena o mares de arena.
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